Corría el 2009 cuando un formato revolucionario captó la atención de Mediaset, Endemol y medio mundo. Durante el Mipcom, la feria más importante de la televisión y nuevos formatos a nivel mundial, ‘La Caja’ maravilló con la premisa de ser el primer Reality psicológico de la televisión. Pero el programa iba más allá de la terapia en directo. ‘La Caja’ basó su fuerza en una combinación equilibrada entre las emociones más profundas del ser y una puesta en escena impresionante. Mágica.

Catalogado como el ‘Reality del futuro’ para unos y ‘Psico-porno Hardcore’ para otros, ‘La Caja’ no dejó a nadie indiferente. Quizás el único error fue ser un formato avanzado a su tiempo. Un recuerdo que siete años después puede ser una gran experiencia por revisar. En sus distintas versiones, siempre innovadoras respecto a la anterior, el programa batió récords de audiencia y retroalimentó como pocosla parrilla de Telecinco.  A nivel social, hizo de la psicología un fenómeno pop, acabó con el estigma del diván y ayudó a la multitud de pacientes que pasaron por aquel cubo espectacular. Pero lo más importante es que ‘La Caja’ nos entretuvo como nunca antes habíamos sentido.

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